Entre los años 2007-2008 se ejecuta la rehabilitación de la red ferroviaria entre Durán y Quito, creyéndose que luego de la anunciada obra volveríamos a tener un tránsito ferroviario ágil, expedito y permanente; a tal punto que el 7 de abril de 2008 el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural declara al ferrocarril ecuatoriano: Monumento civil y patrimonio histórico, testimonial y simbólico del Estado ecuatoriano.
Vale indicar que al iniciarse los trabajos de reconstrucción de la línea férrea, muchos edificios donde funcionaban las estaciones, sin importar que eran patrimonio cultural, fueron destruidos como sucediera con la antigua casona en la que funcionaba la estación del ferrocarril en Durán. Inclusive el busto que perennizaba la memoria del Dr. Gabriel García Moreno, quien impulsó el ferrocarril en el Ecuador, y que se erigía en los exteriores de esta, fue desmontado de su pedestal sin que hasta ahora se pueda conocer si dicha escultura existe o fue destruida. Con el fin de garantizar la operatividad del rehabilitado ferrocarril, el 19 de abril de 2010 se constituye Ferrocarriles del Ecuador (empresa pública), mas, luego de una década de actividad fallida se habla de la disolución y liquidación de la empresa, como parte del plan de austeridad fiscal ejecutado por el Gobierno ante la emergencia sanitaria del país; debido a que la tan ansiada reconstrucción de la línea férrea entre Durán y Quito no generó los resultados económicos que se esperaban, y la operatividad reducida dio lugar a que el Estado invierta fuertes sumas de dinero a manera de subsidiaridad para tal efecto.
Frente a esta situación cabe preguntarse: ¿ha llegado la hora de que 158 años de historia ferroviaria iniciados en 1872 sean borrados de un solo plumazo, al estar próxima la disolución y liquidación de Ferrocarriles del Ecuador (EP)? ¿Qué sucederá con ese patrimonio nacional llamado ferrocarril ecuatoriano? Creo que no debe desaparecer, y se presenta la oportunidad de poner a funcionar el ferrocarril en su máxima capacidad con sentido histórico turístico; para lo cual se deberían lograr acercamientos con compañías nacionales y extranjeras en capacidad de invertir.
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